domingo, 23 de enero de 2011

LEY CONTRA EL TABACO

La aprobación por parte del Congreso de la modificación de la actual Ley de Prevención del Tabaquismo, supone un importante paso en la protección de la salud de toda la población, pues amplía la prohibición de fumar a todos los espacios públicos cerrados.
A partir del 2 de enero, ni en bares pequeños ni en restaurantes o discotecas podrá ya fumarse. Tampoco se permitirán las llamadas "zonas habilitadas para fumar" como las que existen en los restaurantes de más de 100 m o en algunos aeropuertos. Ahora sólo queda que la ley se publique en el BOE (seguramente en los proximos dos días) para que entre en vigor a partir del día 2 de enero de 2011.
La OCU se ha posicionado claramente en defensa del derecho a la salud de los usuarios, con suspublicaciones, o participando activamente en iniciativas como la liderada por la plataforma por qué nosotros no?, en incluso ha sido premiada por su compromiso en la lucha contra el tabaquismo.
Tras la aprobación de la Ley en diciembre de 2005 y a pesar del paso decisivo que supuso, la OCU pidió que se ampliara la limitación del consumo de tabaco a todos los espacios públicos, sin excepción (incluyendo a los locales de menos de 100 metros y a los restaurantes con zonas de fumadores). Además insistió en la regulación de los puntos de venta para que se pudiera vender tabaco sólo en los estancos. Con la aprobación de la modificación de ayer, la OCU y todas las sociedades médicas, científicas, de pacientes e incluso organizaciones sindicales ven colmadas sus expectativas. Por eso nos congratulamos y felicitamos por este avance fundamental en la defensa de la salud de toda la población y esperamos que la norma se aplique de forma completa y rigurosa.
a ley, en efecto, se manifiesta invasiva e intervencionista en un ámbito que debería estarle vedado, aquel que se refiere al deseo de los fumadores de envenenarse sin atentar contra la salud de nadie, sólo de la suya propia. Es un deseo legítimo. Allá cada cual con los tóxicos que se mete en el cuerpo si no afecta a los cuerpos ajenos.
Únicamente desde el rigor de los conversos y el fanatismo de los salvadores del mundo se puede entender que los legisladores hayan abortado la mera posibilidad de que en las empresas de cierto tamaño el patrón y los trabajadores negocien la instalación de habitáculos para que los fumadores calmen su vicio o desarrollen su enfermedad. Con la ley en la mano se tendrán que aguantar o salir a la calle a dar unas caladas, disfrutando de unos minutos de holganza que, como es lógico, los no fumadores también querrán disfrutar.

OPINION

esta ley esta muy bien formulada, y yo si la apruevo ya que es muy molesto estar respirando el humo para quienes lo lo consumen, no tengo nada en contra d los fumadores, pero es muy molesto estar persiviendo el humo y el olor del cigarro para qiuenes no nos gusta.